miércoles, 24 de septiembre de 2008

Virgen del Donante (Rafael)

"En la Virgen del Donante, de Rafael, se observa una espantosa falta de dibujo en el brazo de la figura de San Juan, tan flaco que da miedo".

Es la opinión de Stendhal sobre esta obra que comenta en la página 69 de la edición que utilizamos.

Esta obra es más conocida como Virgen de Foligno (o Madonna de Foligno), y a veces con el nombre más genérico de Sacra Conversación. Según la nota a pie de página en la edición citada, el cuadro se encuentra en los Museos Vaticanos (nº de inventario 40329) y fue solicitada al artista por Segismundo de Conti, siendo pintada entre 1511 y 1512. En 1797 formó parte del botín de Napoleón y se trasladó a París. Tras la caída de Bonaparte llegó a su destino actual.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Beatriz Cenci




"[...] mientras nuestra calesa nos llevaba al Palacio Barberini. Íbamos a él en busca del retrato de la joven Beatriz Cenci, obra maestra de Guido (está en el gabinete del príncipe Barberini)."

Palabras de Stendhal, en la página 62 de la edición que venimos utilizando.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Duque de Urbino, de Federico Barocci

Palabras de Stendhal durante una visita al Palacio Barberini:

"Yo me fijé en el retrato de un duque de Urbino, de Barocci, ese pintor que recuerda el pastel, que fue envenenado muy joven y vivió siempre enfermo hasta una avanzada edad."

sábado, 6 de septiembre de 2008

Muerte de Germánico (de Poussin)


"Mi razón no ha tenido más remedio que admirar el famoso cuadro de la Muerte de Germánico, de Poussin. El héroe expirante ruega a sus amigos que venguen su muerte y protejan a sus hijos."

Son las palabras de Stendhal a cerca de este cuadro en su visita al Palacio Barberini (página 63 de la edición que manejamos).

viernes, 5 de septiembre de 2008

Baco y Ariadna (Carracci)


"Nos hemos detenido dos horas en la galería donde Aníbal Caracci pintó al fresco (1606) la mayor parte de los cuadros de la mitología contados por Ovidio. El centro de la bóveda lo ocupa el triunfo de Baco y Ariadna. Las figuras tienen un poco el defecto de las de Tiziano; admirablemente bien pintadas, se siente un poco en ellas la ausencia del alma celestial y del espíritu que Rafael pone siempre en las suyas…

Este gran hombre pasó nueve años pintando la bóveda de la Galería Farnesio. No era cortesano y desagradaba a los cortesanos del cardenal que se la habían encargado. Aníbal era un gran artista […] Había creído asegurar el pan para su vejez haciendo esta gran obra; le pagaron de una manera ridícula y se murió del disgusto.”